Desde que se descibrió esta patología ha habido controversia sobre la conducta a seguir principalmente porque ha habido históricamente dos tendencias, la quirúrgica y la del tratamiento con profiláxis antibiótica en los casos de RVU primario es decir en los cuales no existe otra malformación asociada de la vía urinaria.
El objetivo del tratamiento es evitar que el paciente presente otra IU que aumente las probabilidades de daño renal (cicatrices renales) que se puede comprobar mediante una cintigrafía renal DMSA.
En un estudio ramdomizado que incluyó a 558 niñas y a 49 niños entre los 2 y los 71 meses con RVU grado I a IV se pudo establecer que el tratamiento con antibióticos redujo en un 50% de la probabilidad de presentar una segunda IU. Se demostró además que para prevenir una IU febril o sintomática es necesario tratar a 8 pacientes durante dos años. A pesar de este resultado favorable en la recurrencia de una IU no hubo diferencias en la formación de cicatrices renales que se detectó en ambos grupos los que recibieron antobiótiocos y los que no lo recibieron en un 10%
Este estudio es un aporte significativo en el relación a la conducta a seguir frente a las IU en los niños sin embargo todavía existe controversia sobre si tratar a todos los niños o a casos seleccionados (dependiendo de la gravedad de la primera IU o si tiene disfunción del vaciamiento vesical) o a los que presentan una segunda ITU.
Fuente.